He aprendido a caminar en medio de las adversidades. La vida no es un jardín de rosas hay momentos difíciles, y muy duros donde nadie te da una mano. Solo Dios es el que está allí para ayudarte. Aveces las personas llegan y se van de tu vida pero de eso también aprendes y te das cuenta que imperfecto somos los seres humanos. Aprendes de las decepciones, las traiciones y todo lo que te toca en lo más profundo de tu alma, pero te toca decidir seguir o permitir que estas cosas te marquen para siempre. La verdadera felicidad si existe está en la presencia de Dios allí todo es hermoso y no existen todas esas cosas que te turban y lastiman tu corazón. Por un momento en tu presencia todo daría no importaría lo que tenga pagar solo por un momento en tu presencia .